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DESCUBRIENDO COLOMBIA/SAN JOSÉ DE GUAVIARE
SAN JOSÉ DE GUAVIARE
Ahora estamos viviendo una temporada en Villavicencio y aquí en una agencia de viajes nos hablaron de San José de Guaviare. Nos llamó mucho la atención, así que decidimos a descubrirla. Fuimos durante la Semana Santa de 2018. Como era verano, por la sequía no podíamos realizar algunas actividades. Una de las razones para volver, ya que nos ha gustado mucho. En cambio nos mojamos solamente una vez por la lluvia. Les cuento lo que hicimos y también haré mencion de las actividades que se pueden realizar solo en invierno. Todas las actividades y sitios visitados se encuentran relativamente cerca a San José de Guaviare, así que podemos quedar en el mismo hotel todo el tiempo. Se recomienda realizar todas las actividades con guías, nosotros así los hicimos. En este caso recogen a uno cada mañana en su hotel y al finalizar la actividad, lo devuelven al hotel. Estando en el destino, realmente no hay necesidad de utilizar el carro.
Día 1. Viaje Villavicencio – San José de Guaviare
Salimos temprano, a las 7:00 de la mañana desde Villavicencio. El trayecto hasta San José de Guaviare dura 5 horas, son 300km. La carratera esta en muy buen estado, casi nueva, todo paviementado. Después de Granada prácticamente no hay rastros de vida. Estamos casi solos en la carretera. Tampoco hay pueblos, donde parar. Menos mal que hicimos una parada en San Martin para desayunar y de aquí seguimos sin parar hasta San José de Guaviare, a donde llegamos a la 1:00 de la tarde. Nos encontramos con nuestro guía en la entrada de la ciudad, en el Estadero Picapiedra. En este sitio almorzamos y luego partimos para visitar la Puerta de Orion.
Nos acercamos con carro, dejamos los carros aparcados y realizamos una caminata de unas 3 horas. Pasemos entre unas formaciones de rocas moldeadas por el mar que se encontraba aquí hace millones de años. Algunas se parecen a animales, otras a personas, depende de la imaginación de uno. Esta zona se llama el Valle de los Laberintos. Entramos en una cueva oscura, llamada La Nevera desde donde salimos gritando asustados por unos murciélagos. El punto estrella de la caminata es obviamente la Puerta de Orión.
Es una piedra imponente, de 12 m de altura y 15 m en su base semicircular, cuenta con dos entradas superpuestas. El lugar está constituido por laberintos, cavidades y cornisas, que lo convierten, además, en un escenario enigmático. El anecdotario local señala que un turista lo llamó alguna vez, sin razón aparente, la “Puerta de Orión”. Tiempo después, continua el relato, dicha denominación fue revelada por los lugareños a los ‘payeses’ (maestros del saber) indígenas, y a un ‘mamo’ (ministro o representante de una etnia) de la Sierra Nevada de Santa Marta, quienes afirmaron que el apelativo, otorgado tiempo atrás, era el adecuado. Para confirmarlo, el ‘mamo’ aseguró que cada diciembre, entre las siete y las nueve de la noche, se puede observar a través del orificio el “Cinturón de Orión” (tres estrellas pertenecientes a la constelación del mismo nombre). Para sorpresa de los lugareños, la afirmación era correcta. Desde entonces, la “Puerta de Orión” se erige también como epicentro de investigación astronómica.
Es en esta caminata donde nos coge la lluvia y acabamos totalmente empapados. Al finalizar el trayecto, llegamos a una piscina natural donde los niños disfrutan del baño. Como ya igual estaban mojados, no hace falta ni quitar la ropa.
Muy importante realizar el recorrido con guía, para evitar que nos perdamos. Hay varios puntos dónde es muy difícil a saber hacia donde coger.
Día 2. Cerro Azul y Pinturas Rupestres
Después del desayuno nos recoge el guía y salimos con un todoterreno hacia nuestro destino. El Cerro Azul que se encuentra a 47 km de San José. El viaje dura aproximadamente una hora, de la cual la mayoría transcurre en una carretera destapada. El conductor de vez de cuando para para enseñarlos unas aves. Tiene muy buena vista, nosotros no paramos de preguntar donde-donde, hasta que encontramos lo que él ha visto. Los niños son felices viajando fuera en el plataforma del carro.
La caminata al Cerro Azul sale de una finca privada. Antes de arrancar, nuestro guía nos reparte nuestro almuerzo envuelto en hojas de plátano, que cada uno lleva en su morral. Después de pasar entre unas vacas y dejándolas atrás, empieza una subida pronunciada. Pero podemos estar absolutamente seguros de que el esfuerzo tiene recompensa. En este cerro se encuentran una serie de pinturas rupestres que conforman unos murales hermosos con pigmentos rojizos. El primer mural es quizás el más impresionante de todos, desafortunadamente hay algunos que han venido deteriorándose por efectos del clima y en algunos casos del hombre. Científicos nacionales e internacionales aseguran que las pinturas superan los 1.000 años de existencia, dato que se apoya en el estudio de los pigmentos minerales con los cuales fueron elaboradas. También atravesamos una cueva de 210 metros, en total oscuridad, utilizando nuestras linternas. Ya no nos asustan tanto los murciélagos. Al salir de la cueva, nos encontramos en un mirador natural. Almorzamos con estas vistas espectaculares.
Por la tarde al volver a San José salimos al puerto para ver el atardecer.
Día 3. Ciudad de Piedra, Tuneles Naturales, Jacuzzi
Nuevamente nos recoge el carro con el guía y vamos a la Serranía de La Lindosa. Primero recorremos lo que se llama la Ciudad de Piedra. Son unas formas gigantescas que dan vía libre a la imaginación. Según la visión que cada cual tenga, se pueden apreciar enormes ballenas, aves, hongos, cuevas, perfiles de humanos. Las estructuras son de piedra caliza y se dice que la zona fue hace milenios una entrada marina.
De la Ciudad de Piedra seguimos a los Túneles Naturales. Estuvimos caminando dentro de túneles medio abiertos, que forman unos laberintos. Aquí también podemos observar diferentes formaciones.
La caminata finaliza en una piscina natural llamado el Jacuzzi. El nombre probablemente viene por su forma y tamaño y no por la temperatura de agua. El agua esta helada. Aquí nos picaron los mosquitos.
Día 4. Laguna Negra, Vuelta a casa
Es nuestro último día, después del almuerzo tenemos que volver a casa. Así que optamos por un programa, que se puede realizar durante la mañana. Fuimos a Laguna Negra. Para llegar, hay que atravesar con canoa un río estrecho. La canoa tiene que abrirse camino entre las plantas que cubren el agua. Vimos pájaros por todos lados realmente espectaculares. Nos sentíamos como en una de las típicas atracciones de Disney World pero en real.
Al llegar a la laguna, el Sr. de la canoa nos deja y regresa a buscar el siguiente grupo. Tenemos este rato para bañarnos en la laguna que tenemos solo para nosotros. Como siempre, las vistas y la naturaleza son espectaculares.
Disfrutamos de todo lo que hicimos y conocimos en San José de Guaviare, pero creo que quedamos todos con la Laguna Negra como favorito.
Es aquí donde acaba nuestro itinerario.
Lo que no hemos visto y por lo que algún día nos volveremos
- Delfines de la Laguna de Nare
- Raudal del río Guayabero
- Puentes Naturales
- Tranquilandia
- Pozos Naturales
- Cascada de las Delícias